


Relato de un viaje de descubrimiento
Festival histórico medieval en Valdemoro, qué tal?? Definitivamente, una agradable sorpresa. A mí que me encanta todo lo que son las historias medievales y lo relacionado a la época de caballeros y sus señoras, aunque en un contexto histórico real, pues ésa época, al parecer no fue del todo tan bonita: calles sucias, inmundicias por doquier (Agua va!) , enfermedades, pobreza, control absoluto del clero en la sociedad y en la economía, el nulo reconocimiento de los derechos de la mujer en ése entonces, en fin. Pero qué bonito es ver éste tipo de eventos en Europa, que es en donde se vivió toda la Edad Media. Hay un montón de puestecitos como pueden ver en las fotos que adjunto. Básicamente, lo que venden son joyitas de plata de varios estilos (los hippies de Coyoacán aquí harían su Agosto), jabones muy originales, quesos, vinos, velas, tés, mucho pan, hay un par de puestos donde asan carne de cerdo, hay jaulas con animalitos de granja , un águila entrenada que casi se me estrella en la cara al momento de regresar con su dueño, una imprenta para niños, un telar, y toda la gente que está a cargo de la venta, están vestidos de acuerdo a la época. Me detuvieron en plena curiosidad andante, unos burritos, atados uno atrás de otro, llevando a unos niños en sus lomos. Todo está muy bien dispuesto, y a diferencia de lo que yo les pueda decir del DF y, por desgracia, de muchos otros lugares de México, me sentí segura todo el tiempo, a pesar de estar en medio de mucha gente. Esa es una gran diferencia que se percibe de inmediato cuando llegas a España, cómo la gente anda sin miedo en la calle de noche, y me atrevería a decir, sin precaución, sin esperar lo peor. Yo que inclusive, a veces, cuando camino sola en la calle, volteo hacia atrás para ver si no hay alguien siguiéndome. ¿Psicosis colectiva? ¡¡Claro!!, pero creo que aquí puedes bajar un poco más la guardia. Sólo un poco, no hay que olvidar que, después de todo, somos nosotros los extranjeros aquí. Con decirles que al día siguiente, regresé, caminando con toda la tranquilidad del mundo, sola a las 11 de la noche, al centro (Plaza de la Constitución) por dos razones: degustación de queimada (que yo me moría de ganas por saber lo que era eso) y un concierto de música celta. Bueno, pues llegué a la plaza, y había un grupo de gente arremolinada alrededor de una olla de barro (o al menos, me pareció que era una olla de barro), con lumbre en ella. Me explicaba una amable señora que el vino que flamean es Orujo, con granos de café y azúcar. Lo tienen que flamear por un rato, y a la vez en que lo hacen, dicen conjuros en gallego, ya que ésta bebida tiene su origen en Galicia. Estábamos todos con nuestro vasito vacío, esperando a que estuviera lista la queimada, y el señor que estaba preparando el vino, empezó a lanzar el conjuro en gallego. Yo nada más entendí la parte que decía sapos y brujas o algo así. El vino olía en el aire como huelen los algodones de azúcar, y la verdad se antojaba. Finalmente, me tocó un poquito de vino en mi vasito, y la señora con la que estaba platicando no pudo evitar reírse a carcajadas cuando tomé un sorbo de ése vino que todavía estaba caliente, y por cierto, muy dulce, y empecé a toser como si me hubiera tomado un tequila de golpe. Mal, mal, la verdad, sí soy muy burra para tomar. Mi papá me reprobaría totalmente, lo sé. Después empezó el concierto de música celta, y recordé haber leído en algún lado que los españoles de ciertas regiones, tienen herencia celta. No tengo, por el momento, el dato exacto de en qué lugar precisamente, pero lo he de investigar. Es hermosa la música celta, y la verdad, el grupo tocó muy bien (o fue el vino). Pasado un rato, me regresé, de nuevo caminando y con toda la calma del mundo, a mi nuevo depa.
¿Porqué España? De nuevo a ser estudiante. A mis 30 años, a diferencia de los 22 que tenía cuando terminé la carrera, me encuentro con la oportunidad de volver a ser una estudiante, ésta vez para hacer un máster en Marketing en Madrid. España ofrece muchas posibilidades de estudiar másters por un año, con una amplia gama de precios para todos los bolsillos. Además, es lo más práctico en términos de lenguaje. No se necesita tener un IELTS, o un DELF para universidades francesas, nada de eso. Es simplemente encontrar la que ofrezca el máster de interés y ver si se ajusta al presupuesto de cada quien. En mi caso, yo contacté a una escuela de negocios, formada como un consorcio educativo entre varias empresas. Su nombre es Formaselect, y como mencioné antes, está en Madrid. Mi deber es informar sobre la experiencia de vivir en Madrid como extranjera para animar a potenciales estudiantes. De entrada, y sin estar allá, yo lo recomendaría a ojos cerrados. La experiencia de vivir en un país distinto al nuestro, considero, es una oportunidad única. Un privilegio. Sé que no todo será bonito; sé que no todo será fácil, pero conocer una parte del mundo, estar ahí, ver con tus propios ojos lo que ése lugar tiene para ofrecer y poder transmitir todas las experiencias, buenas o malas, me parece genial. A mí al menos, me divertían y me divierten a la fecha, mucho las historias de mi hermana cuando vivió 6 meses en Carolina del Norte (Greensboro) y otros 6 meses siendo parte de una de las industrias del entretenimiento más grandes del mundo: Disneyworld en Orlando, Florida. O cuando mi amigo Rafa fue a estudiar su maestría a Boston, cada mes, nos enviaba un reporte especial de las experiencias que vivían él y un grupo de amigos más al celebrar Halloween en Salem, Thanksgiving en casa de sus amigos gringos o cuando festejaron el día de la Independencia en Septiembre (aunque mi hermana dice que nuestros vecinos los güeros piensan que nuestro día de la Independencia es el famosísimo 5 de Mayo instituido por Don José Cuervo Tequila Reposado, y que ni idea tienen de que sólo se conmemora el triunfo de una batalla).
¿Cómo será ésta nueva aventura en España? aunque compartimos muchas cosas con los españoles (el idioma, algunas costumbres, algunos rasgos físicos inclusive), siempre es diferente. Para los que no me conocen, creo que mis amigos no me dejarán mentir en auto-definirme como a una eterna estudiante, siempre en busca de cosas nuevas qué aprender, lugares lejanos qué visitar, experiencias qué contar.Por mi cuenta y gracias a la hospitalidad de algunos amigos viviendo en Europa, tuve la oportunidad de visitar en el pasado Francia, Alemania, Inglaterra, Bélgica y Holanda. Esta vez, será España.
Por supuesto que Madrid es la escala definitiva en éste viaje. Aún así, quisiera descubrir más rincones de España (Sevilla, Granada, Barcelona, Santiago de Compostela, la ruta del idioma español, entre otros) y compartir mis opiniones, quejas, recomendaciones y comentarios con ustedes.
CUENTA REGRESIVA... - DIA D - 61