lunes, 23 de noviembre de 2009

DENUNCIA: CONDICIONES LABORABLES EUROPA VS. LATINOAMERICA

Ok ok, yo estoy de acuerdo en que somos países pobres. Nuestra ventaja competitiva, reside, aunque en cada vez menor medida ya que los chinos nos están aventajando por bastante, en la mano de obra. En el caso concreto de México, también cuenta la cercanía a Estados Unidos, y la puerta de entrada al resto de América Latina.
Ok de nuevo. Nuestros gobiernos tienen que atraer al capital de inversión extranjera a nuestros países para generar empleos y reactivar la economía. Probablemente tengan que ofrecer muchas más ventajas que las que suponemos.
Ahora bien, no sé, desconozco desde mi ínfimo nivel como simple civil que al final, se ha empleado en algunas multinacionales en México y trabaja actualmente en una en España, porqué razón las condiciones varían tan drásticamente entre primer mundo y tercer mundo. Voy a exponer algunos casos:

1. VACACIONES PRIMER MUNDO VS MÉXICO: Cuando se cuenta con un contrato de trabajo por tiempo indefinido (algo ansiado por miles de gentes en éstos momentos), e inclusive, como practicante, tienes derecho a 5 semanas de vacaciones al año. Sí. Es cierto. Yo las tuve, sólo que no pude quedarme el año completo, pero por 3 meses que trabajé en una agencia, tenía derecho a una semana de vacaciones. No es nada contra mis ex-jefes regios, pero yo tenía que trabajar un año, en la empresa donde estaba en México, sin vacaciones, para poder gozar de una semana de vacaciones al año. Aún con 1 semana de vacaciones al año, al menos, estaba contenta en ésa empresa. Recuerdo los años anteriores cuando trabajé para una multinacional francesa de la industria automotriz en México, y yo tenía derecho, por año, a 2 semanas de vacaciones. No estaba tan mal, pero lo que me irrita es el segundo punto a tratar:

2. HORA DE SALIDA DE TRABAJO PRIMER MUNDO VS MÉXICO: Ustedes no se imaginan el drama, y digo DRAMA con mayúsculas cuando trabajaba en ésa empresa francesa, cuando pretendía irme a mi hora de salida que eran las 5:00 de la tarde. Pobre del que se fuera a ésa hora. POBRE del que se fuera. No sólo era mal visto porque dabas a entender a todos, que tenías tan poquito trabajo que podías irte a tu hora, noooooo!! cuando emprendías la huida secreta a tu hora, en tu camino a la salida te topabas con mucha gente que te veía con tus cosas y te increpaba, te preguntaba "¿a dónde tan temprano?" y si era alguien de Recursos Humanos o tu propio jefe, te sentías chinche. Claro, los franceses se quedaban a morir, pero vamos, ganando los salarios de expatriados que ganaban (ganando euros y gastando en pesos), y además, teniendo de vacaciones 1 mes al año, pues quién no?? Inclusive, había quien emprendía la huida yéndose por la puerta de acceso a la fábrica para ahorrarse preguntas ¿? Aquí, en España, en la multinacional donde trabajo, tu hora de salida es tu hora de salida y nadie tiene derecho a meterse contigo ni con tu hora de salida. Puedes quedarte más si lo quieres, o puedes irte justamente a tu hora, que nadie te dirá nada. Bonito, no?

4. MATERNIDAD PRIMER MUNDO VS MÉXICO: Esto adquiere una completa y nueva dimensión en un mundo sin paralelos. Escuchen ésto, los permisos de maternidad, pueden llegar a ser de 6 meses o más tiempo. En muchas ocasiones, las empresas ni siquiera contratan a gente que se quede en tu lugar. Tu lugar está reservado para cuando tú regreses de tu incapacidad. En otra compañía de cosméticos donde estuve trabajando hace muy poco tiempo, aquí en España, inclusive, escuché que se quejaban mucho, para mi desgracia, de una compañera peruana. Decían que no hacía nada, que nadie la quería y que no sabían porqué seguía ahí. Alguien mencionó que no podían echarla o correrla hasta que su hijo cumpliera 7 años. ¿Cuántos años tenía el hijo? ¡8 meses! ¿Qué creen?¡Tienen peruana para rato!
Sigo, si tienes niños pequeños, puedes conseguir un trato con la empresa donde trabajas sólo medio día (con la respectiva reducción de salario) y el resto la tarde, la pasas con tu niño. PERO sigues percibiendo tu salario por tu trabajo en la mañana... ¿a poco no suena como a cuento de hadas? Cómo recuerdo un día en aquélla infernal multinacional francesa, en que tuve que secarle las lágrimas a mi compañera de trabajo, que estaba inconsolable por haber dejado a su niña chiquita cuando terminó su incapacidad y se reintegró al trabajo. ¿Incapacidad? 45 días antes del parto y 45 días después del parto. Párale de contar. En 45 días, los hijos apenas si te conocen y ya tienes que pasar toda la jornada, de 8 a 5, perdón, hasta las 6 para ahorrarte los ojos de pistola del prójimo/a que ve que te vas temprano, para volver a ver a tu hijito que normalmente te cuidan tus papás. ¿Porqué no puedes pedir reducción de jornada? Porque es hacerte harakiri. Porque es demostrarle a la empresa que ya no podrás cumplir con la jornada que tenías antes, therefore, ya no serás productiva, therefore, ya no puedes quedarte más tarde (aunque te la pases chateando de 5 a 6), therefore, hay otras solteras sin compromisos ni hijos que pueden desempeñar bien tu trabajo, OK, mucho gusto, muchas gracias, bye, ¡Next!. Se llama miedo. Yo no tengo hijos, pero éste temor a perder el trabajo del que tanto dependen todos, lo viví muy de cerca.

No es malinchismo. Pero yo creo que desempeñamos el mismo tipo de trabajo aquí y allá, y podríamos tener mejores condiciones laborales que las que tenemos actualmente. En cierta medida, me recuerda ésto a la época de la Colonia. De éste lado del Atlántico, poco se sabía de las condiciones de vida de los indígenas o criollos en América. Imagino que se creería que era similar, pero no lo era. Reinaba, en cierta forma, la anarquía en el virreinato. Han pasado muchos años, una guerra de Indepencia, una Revolución social que pugnaba porque todos tuviéramos los mismos derechos. Nació la mentalidad y el nacionalismo mexicanos. Aún así, seguimos dependiendo tanto del capital extranjero, que nos seguimos o nos siguen vendiendo como mercancía barata. De nuevo, no pretendo las mismas condiciones laborales que en el primer mundo, después de todo, no lo somos. Estas comparaciones sólo hacen abrir más los ojos y ver que estamos muy lejos de ser un país con un gobierno que vele no sólo por la seguridad de la ciudadanía, sino también por su bienestar, apoyando las condiciones de los trabajadores mediante leyes que nos permitan una mayor libertad. Se trata de trabajar para vivir, no de vivir para trabajar.

viernes, 20 de noviembre de 2009

RETOMANDO...













Hace un buen tiempo que no actualizo mi blog. Entré en un período de reflexión larga y profunda, mi economía no ayudó mucho a la estabilidad emocional que necesitaba para continuar percibiendo las diferencias entre la gente de España y yo. Me ví remando un mismo barco con tanta gente víctima del paro. No me tomen a mal. Es a nivel de practicante, que como extranjera, es lo más a lo que puedo aspirar aquí. Pero qué dura es la situación. Sorprendentemente duro el tipo de cambio que se disparó también. Como resultado de éste período de altibajos, he creado entradas para otro blog que quisiera compartir con gente como yo, de mi misma edad, sin lograr aún cierta estabilidad económica y/o social.

Pero, al mal tiempo buena cara. A pesar de la situación económica, me permití algunos viajes cerca de Madrid como Aranjuez, Toledo y, en verano, el más lejano que hasta ahora he hecho, de camping en las costas de Tossa de Mar en Girona, Barcelona.

Descubrir Aranjuez, el primero de los viajes cortos, lo tomé con una excelente disposición, y desde que me bajé del tren, todo lo ví bonito. Pequeña reseña familiar: mi verdadero apellido es muy poco común en México, y a lo largo del tiempo y gracias al Internet, descubrí que el origen de mi apellido no es italiano, como se creyó por algunos años, sino catalán. Pero hete ahí que del catalán, se ramificó en varias posibles versiones, y hemos perdido el rastro de nuestros antepasados más allá del 1850, de saber que el tata tata tata tata se llamaba Hilario y era un sastre en Barcelona.

¿Qué tiene que ver ésto con Aranjuez? Hay una plaza en honor de un conocido pintor con una ramificación de mi apellido allá. Interesante pensar que pudo haber sido un lejano pariente.

No sé si eran las ganas de conocer algo más fuera de Madrid, pero cada esquina, cada plaza, cada edificio antiguo, era un auténtico placer. No recuerdo haber visto absolutamente nada qué reprochar, salvo un guardia de la estación de Renfe que se molestó porque estábamos tomando fotos de la antigua estación ¿? No entiendo que tenía de malo, pero lo mandamos a tomar por culo, como dicen acá, y lo dejamos hablando solo para su disgusto aún mayor.

Por las mismas fechas hubo un puente largo, y me dediqué a turistear por Madrid y porqué no, a "madrirear" también. Hice lo que se hace un domingo típico en Madrid. Por la mañana/mediodía, fui al Rastro a babosear de todo (Rastro es un tianguis enorme donde venden toda clase de chucherías, bufandas, ropa, plantas, zapatos, aretes, joyería, cascos militares ¿?, adornos, etc). Aparentemente, el Rastro ofrece una alternativa económica para encontrar moda original (buena, bonita y barata) y objetos de ornamentación también originales sin desfalcar tanto a los compradores.


Donde desemboca uno de los brazos laberínticos de éste tianguis o mercado sobre ruedas, es el barrio de La Latina, el barrio bohemio de Madrid. Lo típico es salir de los ríos de gente que merodean por el Rastro, una vez que se ha comprado lo que se buscaba, e ir a tomarse unas cañitas en un lugar de la Latina. Los lugares, por lo general, a éso de las 3:00 p.m. que es cuando el Rastro levanta el vuelo (es decir, los puestos se levantan, llega la policía y se acaba la diversión), están a reventar y por lo general, hay que esperar muchas veces para poder sentarse, o inclusive, para poder entrar a un lugar, aunque sea de pie. Es un paseo delicioso, y si son como yo, o sea, que las multitudes nos rehúyen, seguirán caminando por la zona hasta encontrar un lugarcito un poco más tranquilo para tomarse algo.

Como podrán suponer, yo no estaba de ánimo para comprar nada, pero sí para distraerme un buen rato viendo las novedades de la moda urbana/chic y éso sí, nunca falta un eurito o dos en la cartera para calmar la sed en cualquier bar amigo.

Seguiremos informando...