lunes, 13 de octubre de 2008

FESTIVAL HISTÓRICO MEDIEVAL






Festival histórico medieval en Valdemoro, qué tal?? Definitivamente, una agradable sorpresa. A mí que me encanta todo lo que son las historias medievales y lo relacionado a la época de caballeros y sus señoras, aunque en un contexto histórico real, pues ésa época, al parecer no fue del todo tan bonita: calles sucias, inmundicias por doquier (Agua va!) , enfermedades, pobreza, control absoluto del clero en la sociedad y en la economía, el nulo reconocimiento de los derechos de la mujer en ése entonces, en fin. Pero qué bonito es ver éste tipo de eventos en Europa, que es en donde se vivió toda la Edad Media. Hay un montón de puestecitos como pueden ver en las fotos que adjunto. Básicamente, lo que venden son joyitas de plata de varios estilos (los hippies de Coyoacán aquí harían su Agosto), jabones muy originales, quesos, vinos, velas, tés, mucho pan, hay un par de puestos donde asan carne de cerdo, hay jaulas con animalitos de granja , un águila entrenada que casi se me estrella en la cara al momento de regresar con su dueño, una imprenta para niños, un telar, y toda la gente que está a cargo de la venta, están vestidos de acuerdo a la época. Me detuvieron en plena curiosidad andante, unos burritos, atados uno atrás de otro, llevando a unos niños en sus lomos. Todo está muy bien dispuesto, y a diferencia de lo que yo les pueda decir del DF y, por desgracia, de muchos otros lugares de México, me sentí segura todo el tiempo, a pesar de estar en medio de mucha gente. Esa es una gran diferencia que se percibe de inmediato cuando llegas a España, cómo la gente anda sin miedo en la calle de noche, y me atrevería a decir, sin precaución, sin esperar lo peor. Yo que inclusive, a veces, cuando camino sola en la calle, volteo hacia atrás para ver si no hay alguien siguiéndome. ¿Psicosis colectiva? ¡¡Claro!!, pero creo que aquí puedes bajar un poco más la guardia. Sólo un poco, no hay que olvidar que, después de todo, somos nosotros los extranjeros aquí. Con decirles que al día siguiente, regresé, caminando con toda la tranquilidad del mundo, sola a las 11 de la noche, al centro (Plaza de la Constitución) por dos razones: degustación de queimada (que yo me moría de ganas por saber lo que era eso) y un concierto de música celta. Bueno, pues llegué a la plaza, y había un grupo de gente arremolinada alrededor de una olla de barro (o al menos, me pareció que era una olla de barro), con lumbre en ella. Me explicaba una amable señora que el vino que flamean es Orujo, con granos de café y azúcar. Lo tienen que flamear por un rato, y a la vez en que lo hacen, dicen conjuros en gallego, ya que ésta bebida tiene su origen en Galicia. Estábamos todos con nuestro vasito vacío, esperando a que estuviera lista la queimada, y el señor que estaba preparando el vino, empezó a lanzar el conjuro en gallego. Yo nada más entendí la parte que decía sapos y brujas o algo así. El vino olía en el aire como huelen los algodones de azúcar, y la verdad se antojaba. Finalmente, me tocó un poquito de vino en mi vasito, y la señora con la que estaba platicando no pudo evitar reírse a carcajadas cuando tomé un sorbo de ése vino que todavía estaba caliente, y por cierto, muy dulce, y empecé a toser como si me hubiera tomado un tequila de golpe. Mal, mal, la verdad, sí soy muy burra para tomar. Mi papá me reprobaría totalmente, lo sé. Después empezó el concierto de música celta, y recordé haber leído en algún lado que los españoles de ciertas regiones, tienen herencia celta. No tengo, por el momento, el dato exacto de en qué lugar precisamente, pero lo he de investigar. Es hermosa la música celta, y la verdad, el grupo tocó muy bien (o fue el vino). Pasado un rato, me regresé, de nuevo caminando y con toda la calma del mundo, a mi nuevo depa.

miércoles, 8 de octubre de 2008

EN VIVO DESDE MADRID




Ahora sí, transmitiendo en vivo desde Madrid. Llevo apenas 2 días en Madrid, y bueno, para empezar, he de decirles que me he llevado una excelente impresión de la ciudad. Es tan bonita, y me parece tan accesible, más que París, y con la ventaja de que aquí sí se entiende todo. Hoy tuve oportunidad de viajar por metro, y yo no sé porqué pero para mí, el viajar en el metro de cualquier ciudad, me da mucha idea acerca del tipo de vida que se lleva ahí. Toda una gama de rostros, nacionalidades, idiomas, modas, en fin. Ricos y pobres, desempleados y ejecutivos, todos alguna vez han tomado el metro para transportarse. Es lo más fácil, lo más rápido y cómodo, sobre todo, si hay que ir al centro. El metro es accesible, barato y está muy bien. Es difícil perderse. Yo pensé que necesitaría de un mapa para ubicarme, pero en cada estación hay mapas con todas las líneas del metro, y en el transcurso del día de hoy, con todo y que fui a Valdemoro, a las afueras de la ciudad, no me perdí. El centro, les cuento, abarca muchas cuadras. Para los que, como a mí, nos gusta lo histórico, no paras de ver edificios antiguos en casi todas partes. En los próximos días, procuraré adentrarme en lo más antiguo que haya en la ciudad, para empezar por orden cronológico a recorrerla. Hoy, visité la Fuente de las Cibeles, la pude contemplar sólo por un breve momento. No pude evitar compararla con la Fuente de las Cibeles que está en el DF, me parece que en la Av. Alvaro Obregón. Bueno, pues ésta es la original y está muy bonita, lástima que no se puede acercar uno mucho, ya que es una glorieta en medio de una transitada avenida, al final de la calle de Génova. Aproveché que en ésa esquina está el Paseo de la Castellana, y comencé a recorrerlo sin más. Se trata de un parque / camellón que está en medio de la calle del mismo nombre. Sobre la calle, se van viendo tiendas muy exclusivas y cafés con el ambiente de altos ejecutivos por las zonas aledañas. De reojo, pude ver una cafetería / bar con todo el estilo del Art Nouveau de principios del siglo XIX, muy chic. También hay varios puestos de librerías, los libros deben de ser muy baratos puesto que se ven de segunda mano. Está bien para hacerme de un par de ellos más adelante. Seguí por la calle de Alcalá hasta dar, sin quererlo, en Plaza del Sol, y me dí cuenta de que ya me había ahorrado un viaje por metro. Me acordé mucho de que en Nueva York, como anotación personal, después de visitar el Empire State, mi hermana y yo buscábamos una estación del metro para regresar al hotel, y llevábamos ya un buen rato caminando, cuando dimos con la esquina de la calle de nuestro hotel. ¡Cómo me quejé con mi hermana por haberme hecho caminar desde Central Park hasta la calle 29!


Madrid es cosmopolita, y es bonita la moda de las chicas españolas. Me dí una vuelta por las zapaterías de Plaza del Sol, porque había escuchado que los zapatos en España eran baratos, pero, a pesar de estarlos viendo, no pude tener un punto de vista imparcial aún. Todavía me pesa el estar gastando en euros, y procuro no convertirlos más en pesos para saber cuánto me estoy gastando en todo. Supongo que éste proceso lleva tiempo. "El que convierte, no se divierte..."


Sobre los españoles en general, son amables y tratan de ayudar a quien se lo pide. Tienen un modo de hablar que al latinoamericano, a veces le puede sonar un poco rudo o duro, me di cuenta de que los mexicanos, a veces intentamos agradar hasta con el tono de voz, que es más suave, a mi parecer. La gente de Guatemala también tiene un tono muy amable, probablemente, coincidan conmigo en ésta observación.


En lo que va de éstos días, ésta experiencia se me presenta aún como toda una aventura por descubrir. Nada me ha resultado desanimante por el momento, por lo que no se pierdan el próximo episodio.




DATO CURIOSO: Concidí con una chava que estoy segura que era de Sonora o de Sinaloa (por el acento) en un café por plaza del Sol, que quería que le sirvieran una michelada (cerveza con limón y clamato), jeje, sólo pensé en que aún hay gente que no se ubica, ¡a la máiz!