martes, 11 de noviembre de 2008

LA AGONÍA DEL SERVICIO EN ESPAÑA

Pues bien, ahí estoy de loser guardando mi dinerito en el BBV Bancomer de México pensando que es un banco mexicano aliado con un banco español, y que a la hora de traerme mi dinero a España, nada tan sencillo como ir, abrir una cuenta en un banco BBVA de aquí, traer mi dinero y punto. NOOOOO… si hay algo de lo que adolecen los bancos aquí (al menos, éste en particular) es de un buen servicio o de gente dispuesta a ayudar en algo. Uno que está acostumbrado a llegar a un banco a México, y que en el momento en el que dices que quieres abrir una cuenta con ellos, casi que hasta te llevan el cafecito y te tratan a cuerpo de rey… pues aquí parece que te hacen el favor de su atención, para empezar. Llegué después de un rato de hacer cola con los ejecutivos de cuenta, para que me dijeran que no era suficiente el presentar sólo mi pasaporte con mi visa de estudios para abrir una cuenta (oigan, ehem, en Santander sí se puede). No señorita, me explican, tiene que estar empadronada en el Ayuntamiento. Tiene que ir con usted la persona que está rentándole su habitación, decir que vive con usted y le dan un número de empadronamiento. Perfecto. Mi pobre roomie, que de por sí no tiene tiempo y lo poco que tiene lo aprovecha para estar con su bebé, me acompañó al Ayuntamiento a empadronarme. Tuve que esperar 7 días para que me dieran finalmente mi hoja, y se me ocurre ir un Lunes al Ayuntamiento a recogerlo, cuando todo el mundo está ahí por algo. Hice cola como por 30 minutos porque no todas las personas de la oficina atendían al público. Cuando finalmente llego, una mujer mal encarada (a diferencia de la que me empadronó que sí era muy simpática) imprime la hoja, y antes de dármela, me pregunta que para qué la quiero. Eso no es de su incumbencia, o sí? Cortésmente, le contesté que era para abrir una cuenta en el banco. Llego al banco después, con mi hojita de empadronamiento que a la fecha no entiendo bien para qué sirve, y después de preguntarme con cuánto abriría la cuenta y de checar mi empadronamiento y pasaporte, me dicen que sorry, que en ésa sucursal no abren cuentas para estudiantes como yo y que me fuera mejor a otra sucursal que ni me supieron o quisieron decir en dónde estaba a ver si ahí la podía abrir. Excelente servicio, no? Me dieron ganas de salir de pronto con cámaras de tele y micrófono y decirles, estábamos haciendo un artículo para la revista Forbes de las compañías con el peor servicio al cliente, y qué creen? You lead the list!! Les daría un ejemplar de la revista pero como es en Inglés y seguramente ustedes no hablan ni soca, pues ni cómo ayudarles, verdad?
En las cajas populares, sí que puedes abrir una cuenta con sólo tu pasaporte, no te cobran por manejo de cuenta ni por disponer de efectivo. Desafortunadamente, en México tenemos un historial tan triste en cuanto a cajas de ahorro, que yo no confío ya la verdad en eso. ¿Cuántas veces no hemos escuchado que la Caja Popular Pinochín se robó los ahorros de toda la gente, o de algo parecido relacionado con las Cajas? Yo siempre pienso, pues es que, quién tiene su dinero en una Caja? Sí, los pobres, pero como ahora yo también soy pobre, ya tenemos una causa en común. Pero ni así. Creo que la opción es Santander. Sólo necesito que alguien me preste una tarjeta para entrar al banco, porque a varias sucursales a donde he intentado entrar, simplemente, no se puede ingresar si no tienes tarjeta de Santander, porque para que se abran las puertas, tienes que deslizar tu tarjeta. ¿Cómo tenerla si no me dejan entrar? Sencillo, no?
Otra cosa que no entiendo es a veces el super. Todo bien, todo bien, pero hay uno, que se llama Ahorra Más, en donde la fruta que quieres comprar, si no está empaquetada, se la tienes que pedir a otra tipa mal encarada, que te pone la fruta que se le pega la gana (verde, no verde), y si te atreves a tocar la fruta que está en una canasta para escogerla, oyes un grito desde el otro lado del mostrador “no toméis la fruta, la tomo yo!!” Vaaaaya, pues si después de todo, quien la va a pagar soy yo, o me la vas a pagar tú?? Me desagrada mucho eso, no es la primera vez que me pone plátanos verdísimos. Entonces, me contento en hablarle también golpeado, y en murmurar en voz baja “gracias” para que no me oiga. Lo sé, I’m so tough!
En los restaurantes no me ha tocado ni una sola mala experiencia, he de admitir. Ni con la policía, que una vez tuve que ir a la comisaría a informarme por el trámite del NIE, y sin preguntar nada a nadie, ví un papel pegado en la pared. Lo estaba leyendo cuando un oficial se me acercó y amablemente, me preguntó si podía ayudarme en algo. Sólo le pedí una pluma para anotar la dirección del papel, y ha sido hasta ahora, mi roce más cercano con la ley (espero que así se mantenga).

3 comentarios:

juana ayala dijo...

prueba, me gusta la foto de Pedraza

jose luis dijo...

Me parece muy bien el que vengas a conocer españa,pero vas a tener que venir durante muchos años para saber de este gran pais.un español.

Traveler Journal dijo...

seguro que sí, José Luis, pero las primeras impresiones son las más divertidas... después, llegas a entender muchas cosas.